Ramón Núñez
Ramón Núñez
Ramón A. Núñez Jiménez nació en Moca, República Dominicana y reside en los Estados Unidos desde el año 1992. Obtuvo el titulo de Dr. en Derecho en la Universidad Central del Este (UCE, 87). Cursa una maestría en lingüística en La Universidad Pedro Henríquez Ureña. Actualmente es subdirector del Comisionado Dominicano de Cultura desde el 2004, co-coordinador de la tertulia-taller “Nosotros Contamos”, y profesor de la escuela Minerva Mirabal. Fue director ejecutivo del ll Feria del Libro Dominicano en New York. Un poema suyo fue seleccionado como semifinalista en el concurso internacional Centropoético radicado en España. Algunos de sus trabajos han sido publicados en el Boletín Puente y en algunos medios de comunicación.
Destrozos de la rabia, de Ramón Núñez
Por José Acosta
El ser humano es un febril coleccionista. Desde niño nos enseñan a coleccionar palabras que, tejidas a manera de rosario, forjan esos pequeños laberintos llamados “ideas”, en cuyas fosas duermen como corderos nuestros recuerdos. Y un día, en el instante en que aflora la nostalgia, descubrimos que con el armazón de aquellas palabras que una vez “olían a vida”, hemos “guardado en un pañuelo las vivencias mustias”.
En Destrozos de la rabia, del poeta dominicano Ramón Núñez, esas “vivencias mustias” que cantan sus versos, nos provocan ese temblor inaprensible, escurridizo, cercano a la emoción; ese estallido sutil que nos observa “por las rendijas tibias de un espejo”, y hace que “nuestro corazón se erice parafraseando oraciones de consuelo”.
“Yo no quepo en la madrugada”, nos revela Núñez en otro poema, como si despertara de golpe ante la evidencia de esas “vivencias mustias” que suelen abonar el lugar del sueño, “Esa fosas común/donde los caminos parecen invisibles”, para luego afirmar que “los pensamientos son tentáculos fieros”, porque son esos tentáculos que enfurecen al poeta y lo llevan a “forrar ventanas con colores”.
Destrozos de la rabia esta repleto de versos de una belleza hechizante: “las vírgenes cavilaban en las gotas de la lluvia”, y de frases que nos sumen en la meditación: “La noche acecha al destino”. ¿Acaso no es la noche, espalda del día, la que realmente nos acecha al rayar el alba?, nos preguntamos ante tal afirmación.
Destrozos de la rabia es el primer poemario de Ramón Núñez, un poemario cargado de poesía, de versos bien logrados, con el que, de buena gana, uno se animaría a forrar las ventanas con colores o a guardar en un pañuelo todo lo que en esta vida nos ha entristecido. Un poemario que, al leerlo, me erizó el corazón.